sábado, 13 de abril de 2013

Una vez que aprendés a improvisar en tu vida, ya no queda ninguna esfera social en la que no se cuele. Entonces, tu fin de semana medianamente planificado te hace la vuelta carnero en la cara y lo único que terminás respetando son los compromisos que involucran a otro. BAZINGA!

Quizaaaas ese es el motivo por el que me estresa más planificar que dejar las cosas libradas a la improvisación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario