¿Cómo hacer para no enamorarse de una versión de uno mismo, aunque sea anterior, menos evolucionada? Sabés que con esfuerzo la proyección es TAN prometedora...!

I’d rather dance with you than talk with you.*

(esto lo escribí hace 4 años y sigue tan vigente como en ese momento)

Si he de ser sincera, es menester reconocer que para elegir a alguien del sexo opuesto, hay una característica que no puedo dejar pasar: la inteligencia. En general, puse como requisito excluyente la inteligencia intelectual (hay varias clases). Ya sé lo que están pensando: eso dicen todas las mujeres pero después eligen al que tiene los abdominales como tabla de lavar. Cariño, podrás tener una tableta de chocolate, golosina por la que muero irremediablemente, mas si no te llega el agua al tanque, tú y yo somos incompatibles y me aburriré a la segunda Sprite - porque no consumo bebidas alcohólicas, aunque usted no lo crea -. Vos a mí planteame un desafío, movilizáme a pensar, a debatir y tenés mi atención. Vale que me hagas reír; es lo único que compensa que no seas culto y/o inteligente.

Para poder seleccionar al candidato correcto, establecí el test de las tres preguntas, que se ha convertido en un récord de carcajadas entre mis amigas mujeres. Chicas Cosmo y Ohlala, ¡tomen nota! Pueden armar la propia en casa con palabras acordes al nivel intelectual de cada una:

1. ¿Qué significa empíricamente?

2. ¿Qué significa oscilar?

3. ¿Qué significa strass?**

Todo surgió a raíz de un coqueteo en el que me vi envuelta en el cumple de mi hermano menor que festejamos en un bolichín de Baires. Yo le llevaba 3 primaveras de ventaja. Si hay algo en esta vida que yo disfruto es bailar; mi cuerpo responde a la melodía de manera automática. En caso que el compañero de baile de turno no pueda coordinar, yo marco el ritmo de ambos. De cualquier manera, ¡qué importa! Hacer el ridículo nunca se me planteó como un problema. Para las siete de la mañana, todos estábamos dispersos y yo con este niño a cuestas que no me dejaba ni a reflector blanco ni a luz azul. Caminamos como una hora porque era una mañana increíble hasta que llegamos a la parada de mi colectivo. Quiso mi teléfono pero ya me había dicho que no creía en la amistad entre el hombre y la mujer. Yo no quería compromisos. Ergo, no había nada más que hablar. Fue una lógica irrefutable: me miró con ojos bien abiertos, una media sonrisa y yo me subí al 15 con la música ya encendida.

Como vivimos en la era de la (in)comunicación, uno no necesita un teléfono: Facebook te muestra el listado completo de amigos que tu amigo tiene y sanseacabó. ¿Acaso no recordás el nombre? No hay problema, tenés la foto para encontrar a quien busques. Todo sin necesidad de exponerte ante tu amigo para preguntar quién es esa con la que caminaste una hora por Capital Federal porque tenía ganas. M. apareció en mi bandeja de entrada en forma de mensaje privado. Su servidora es fiel creyente de dar oportunidades a todos los que la notan cuando siempre intenta pasar desapercibida, motivo por el cual le regalé la sortija para que diera una segunda vuelta en mi calesita mental. ¿A ver qué tan mal te saqué la ficha?

Conversamos acerca de todo y nada, esas primeras conversaciones con alguien en las que tirás la caña a ciegas a ver qué sale. Uno espera agarrar aunque sea una mojarrita, una palometa, algo que haga que pescar sea una aventura. A veces saca botas.

Eu: Eso es comprobable empíricamente.

M: ¿Qué es empíricamente?

(…)

Eu: A mí en la vida me gusta oscilar, me parece la mejor forma de vivirla.

M: ¿Qué es oscilar?

(…)

M: Qué lindo tatuaje que tenés, ¿qué significa?

Eu: El primer kanji significa ser celestial o inmortal y el segundo mujer. La combinación significa hada. También tengo un piercing con un strass turquesa en la panza.

M: ¿Qué es un strass?

Eu: Jeje, te voy a tener que regalar un diccionario de la RAE para que podamos conversar.

M: ¿Qué es la RAE?

Sin miedo a equivocarme, puedo afirmar que te saqué la ficha en esa caminata. Qué linda función esta del MSN de bloquear, borrar y aquí no ha pasado nada. Te celebro infinitamente la honestidad de reconocerte ignorante en vez de ser un poco más pillo y googlear los significados, y me apena hacer esto, pero yo te avisé y vos no me escuchaste.

*Se traduce: prefiero bailar contigo a charlar contigo. Se buscan el videíto en Youtube de Kings of Convenience y lo disfrutan.

**Conté la anécdota en repetidas oportunidades y la he puesto a prueba. Se sorprenderían de la cantidad de personas de ambos sexos de edades bien dispares que obtuvo un 0% de aciertos en las respuestas. Y créanme, podría haber elegido palabras más difíciles, como inefable.

Acá, tratando de entender las señales cruzadas.

Al Esteban metafórico del sueño no lo cruzo en ningún momento. Ese que había elegido pareciera que indefectiblemente no es. Bueno, básicamente como me pasa siempre.

Al Esteban real, ese que vive un piso debajo mío, me lo cruzo entre 2 y 4 veces por día. Lo extraño es que en los cuatro años que viví antes de esta segunda vuelta, nunca me lo había cruzado tanto como este último mes y medio. ¿Cómo debería interpretar esto...?

A ver, universo, si me tirás una pista, che. ¡Vale que sean un sueño a interpretar!

El problema de la meseta del aburrimiento es distinguir si algo efectivamente te aburre o estás poniendo distancia porque quedarte cerca implicaría involucrarte. Involucrarte a su vez sentir un poco más profundamente y por ende, buscar complejizar. Y complejizar cuando las circunstancias y el ambiente no te dan posibilidades lo vuelve, indefectiblemente, un camino inviable.

¿Por dónde seguir así?

Permanecer por cuánto tiempo. Dejar fluir hasta que algo se resuelva o hasta que, irritada por la inacción, indefinición y otros similares, tome una decisión impulsiva y haga volar todo por los aires.

Me es más simple resolver problemas complejos que cotideaneidades.