martes, 6 de diciembre de 2016

A veces

A veces no sé si reirme o llorar.

Resulta que para mi madre, CUALQUIER oportunidad es buena para conocer un CANDIDATO. Y entonces tenés que estar atenta.

No importa cuántas veces digas que sos feliz como estás y que no estás interesada en conocer a nadie. Indefectiblemente, la fiesta de fin de año del trabajo, un cumpleaños de alguien nuevo, un pariente de un pariente de un pariente que está recientemente separado, TODOS son presentables. Y del otro lado, tu hermana que te pide, medio en joda medio en serio, que no te pongas de novia antes de su casamiento porque no puede pagar otro cubierto. Vamos joya.

Y no importa cuántas veces le digas a tus viejos que estás sola a tus casi 33 y que te chupa un huevo ponerte con alguien en serio. Que estás contenta, haciendo cosas que te hacen feliz y resolviendo los mambos del orto que te fumaste mientras crecías. Porque lo que no le digas a tu madre, ella pensará que se lo decís a tu madrina que es la hija de su madrina. Finalmente, a tu madrina, que es la única del círculo nefasto de adultos que buscan a toda costa casarte con cualquiera (porque llega al punto de la desesperación lo suyo, no falta oportunidad que te quieran revolear un pene por la cabeza), la acribillan a preguntas pensando que ella sabe lo que el resto no. Ella reconfirma lo que los otros creen saber. Pero.



OPFvio que lo sabe. Pero no te lo va a contar ni en pedo.

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