domingo, 25 de marzo de 2012

Es re fácil opinar desde tu lugar de normalidad, no? Digo, encajás en el prototipo de chabón/minita sin problemas. Si no tenías éxito antes era porque no te dabas cuenta. Bueno, te cuento que a mí me RE CABE ser como soy. Pero mal, eh! Creo que soy genial y no me subo al tren de la falsa modestia. Porque te puedo decir lo que hago bien y lo que hago mal. Así de mucho me conozco. Entonces, me hincha mucho las pelotas que no puedas ponerte en mis zapatos y que uses tu vara para medir quién soy. Es fácil hablar de los límites y la tolerancia cuando ya pasaste el umbral y te quiero y banco cómo sos. Y te perdono que me plantes, te ausentes o que incluso sea un pasatiempo más hasta que ocurra lo único que te interesa en realidad. Ergo, copate y no me pidas que sea más intolerante con los nuevos arribos a mi vida porque si yo tengo que ser lo que vos proponés alegremente, hoy vos acá no tenés nada que hacer. Y yo me hubiese quedado sin amigos hace MUCHO tiempo. Porque sabés qué? EN TU PUTA VIDA sos prioridad de tus amigos. Sí, sos importante y sí, sos genial porque siempre estás. Y hacés el mea culpa que ME LO PASO POR EL ORTO PORQUE EL DAÑO YA LO HICISTE. Hasta ahí estamos todos de acuerdo. Pero cuando encuentran la media naranja, vos, mamee, vas a segundo plano.

Curtite.

No hay comentarios:

Publicar un comentario